El 18 de marzo de 2016 el entonces alcalde Arturo Dávalos Peña dio a conocer la firma de un convenio para solucionar un adeudo de poco más de 260 millones de pesos que se venía arrastrando con el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco.
“Como Ayuntamiento no queremos deshacernos de bienes inmuebles, sin embargo tenemos que dar cumplimiento a un convenio que se viene arrastrando desde varias administraciones. Hoy tenemos un gobierno responsable que está poniendo orden a la administración, estamos regularizando todo lo rezagado”, presumió Arturo Dávalos ante el pleno del ayuntamiento.
Como parte del acuerdo, el Ipejal recibió en nación de pago el edificio sede de la Unidad Municipal Administrativa a un precio de 170 millones de pesos, de los cuales 100 millones fueron a pago directo de la deuda, 33.4 millones a pago de retenciones pendientes y otros 35 millones que se destinarían al pago futuro de la renta de la UMA.
Y es que para convencer al IPEJAL de aceptar la UMA en dación de pago el alcalde Arturo Dávalos se comprometió a que el ayuntamiento rentaría prácticamente de por vida la UMA a un costo de 850 mil pesos mensuales.
Cinco años después de que Arturo Dávalos presumió haber resuelto un problema que venían arrastrando varias administraciones municipales la deuda actual con el IPEJAL asciende 483 millones de pesos y la renta mensual que se le paga por concepto de renta de la UMA es de 1 millón 180 pesos.
Pese a que presumió haber resuelto el adeudo con Pensiones, lo que en realidad hizo Arturo Dávalos fue despojar a la sociedad vallartense de su unidad Municipal Administrativa, duplicar casi el monto de la deuda de pensiones y condenar al municipio a pagar una renta de por vida de un millón 180 mil pesos mensuales por el uso indefinido de la UMA.
Ese es el lamentable saldo de la gestión de seis años encabezada por Arturo Dávalos Peña, quien hasta hace poco era conocido por sus promotores en los medios de comunicación con el mote de El Rey Arturo.